Creemos que la Biblia es la única base de la fe y servicio a Dios. El Evangelio es el poder de Dios para la salvación de los que creen, porque en él se ha revelado la justicia de Dios (Rom. 1:16-17). Las Sagradas Escrituras son inspiradas por Dios y beneficiosas para la enseñanza, para la doctrina, para la reprensión, para la corrección,  y para la instrucción en rectitud, para que el hombre de Dios sea perfecto, completamente equipado para toda buena obra (2 Tim. 3:15-17).

Dios escondió Sus palabras en el misterio a propósito (Rom. 16:25), para que el hombre, quien se esfuerza por comprender las Escrituras mediante su propio entendimiento, nunca llegue a conocer la verdad (2 Tim. 3:7). El Evangelio predicado por aquellos que no fueron enviados por Dios, es llamado por los Apóstoles “otro evangelio” (Gal. 1:6-7). Y el uso del Evangelio que se desvía de la verdad o del verdadero significado, sin duda alguna, conducirá a la perdición (2 Ped. 3:15-16).